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Saber manejar y explotar el lenguaje corporal es crítico para el éxito con los demás.
El lenguaje corporal es un conjunto de hábitos que se adquieren y desarrollan de forma progresiva desde la infancia, manifestándose después inconscientemente en reacciones automáticas y reflejas, tales como posturas, gestos, el propio modo de caminar y otras similares.
Muchos individuos que no responden a los cánones de belleza y atractivo físico mayoritariamente aceptados por la sociedad pueden tener un encanto personal y una capacidad de seducción muy superior a otros, bellos en su apariencia exterior pero sosos y antipáticos en su trato. Esto se consigue, en buena medida, con un lenguaje corporal agradable.
Debemos aplicarnos en la conservación y defensa de nuestra propia imagen, pues es precisamente lo que nos identifica y distingue de los demás. La imagen natural es la única auténtica. Raramente se obtendrán resultados creando una apariencia ficticia que obligue a un esfuerzo continuo para mantenerla. Pero ser natural no es ser un gañán, ni saltarnos las normas que afectan a las relaciones alegando una supuesta liberalidad en el comportamiento, justificándola con nuestra no necesidad de recurrir a estereotipos que situamos en un supuesto encorsetamiento que elimina lo espontáneo.
Es decir, eructar es natural, pero hacerlo en público es de mala educación, no porque deje de ser un acto natural y/o humano, sino porque molesta o incomoda a los demás, y por ende, perjudica la imagen positiva que queremos transmitir.
Actuar con naturalidad es ser uno mismo, sin artificios, sin afectación, sin disfrazar la voz, ni emplear palabras rebuscadas. Es tener integrados los comportamientos y actitudes más adecuados y positivos de acuerdo a nuestro ámbito social y profesional, con el objetivo de conseguir las metas que nos marcamos en los dos terrenos.
Nuestro lenguaje corporal transmite actitudes, emociones... que en un momento dado pueden distorsionar lo que queremos transmitir o bien poner en evidencia una incoherencia entre lo que queremos y lo que mostramos.
Analizar y conocer cuál es nuestro lenguaje corporal nos ayudará a corregir lo negativo y controlar lo que comunicamos. A modo de ejemplo, os presento una muestra del significado de algunos gestos que normalmente realizamos de forma inconsciente:
Por ende, podemos utilizar el conocimiento del significado de los gestos en nuestro beneficio, aplicándolos cuando nos parezca necesario o conveniente, tanto en nosotros mismos como en los demás, con el fin de interpretar correctamente lo que ocurre, y no engañarnos con lo que se muestra.
¿Crees que eres un buen descifrador de gestos? Prueba con la sonrisa en este enlace. Tal vez te sorprendas.
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