viernes, 23 de marzo de 2012

EL OBJETIVO INDISCRETO.

- ¿Tu cámara qué objetivo tiene?
- Pues.... hacer fotos.

Chiste malo pero absolutamente clarificador. ¿Para qué es una cámara fotográfica? Para hacer fotos. Y ¿cómo se mide la calidad de las fotografías? Para el observador, es pura estética. Para el profesional, es pura técnica. Para el protagonista, es bueno o malo.

Cuando un profesional del protocolo organiza un evento, ha de tener estas tres miradas más una extra.

1. La del observador. El individuo ajeno al evento que vea la fotografía, tiene que entender lo que transmite. Y lo tiene que entender sin pensar, de forma automática. Ve una pareja de novios en el altar y no tiene que reflexionar sobre lo que está pasando: Se están casando. Para el que mira la fotografía sin haber participado en el evento, todo ha de estar claro. Qué se hace, quién es el importante, dónde está y para qué. 

2. La del técnico. El fotógrafo profesional (en estos casos normalmente vinculado al periodismo) prepara y/o solicita las condiciones lumínicas, métricas, de composición... Sabe perfectamente qué recursos técnicos ha de aplicar en cada caso; sabe dónde está el mejor tiro de cámara; sabe captar el eje central de la imagen.

3. El protagonista. Siempre quiere verse bien, que se le vea bien. Quiere estar guapo y quiere que todo el mundo lo vea así. Persona, producto, marca... lo que sea, ha de mostrarse limpiamente para que se vea su mejor versión.

¿Y cuál es el cuarto elemento?

4. El profesional de protocolo. Esta cuarta mirada aglutina todas las anteriores. Organiza el evento y lo tiene en la cabeza, lo visualiza en cada una de sus partes, por separado y entrelazadas, las armoniza y las compone intengrando todos los actores que participan.

Ordena el escenario, incluidas personas, para que tenga sentido, se transmita el mensaje de forma diáfana, clara y sencilla y no existan elementos que distorsionen, que molesten, difunimen o distraigan el mensaje, posibilitando que llegue a su destinatario (público) de forma eficaz y rotunda.

Sabe dónde colocar cosas y personas; sabe qué escenario elegir; sabe qué medios y espacios se necesitan para que el resto de técnicos puedan realizar su trabajo con eficiencia y comodidad; sabe adecuar los recursos y las necesidades; sabe medir los tiempos; ve detalles que se escapan al resto; escudriña el paisaje interceptando objetos molestos y/o inapropiados, protege y potencia la imagen corporativa... es decir, realiza un barrido general (virtual y real) con la mirada, y analiza si lo que se va a ver y transmitir es lo que se quiere hacer llegar y lo que llegará.

Como ejemplo iluminador muestro esta fotografía encontrada en google al azar, curiosamente buscando en clave en "presidente". ¿Cómo es posible que este presidente no se horrorice tras la visualización del resultado?. ¿Esto quería transmitir? ¿Qué se ve?

(noviembre de 2011)

En el enlace del pie de foto puede leerse la noticia completa.

El barrido escudriñador: Un montón de gente distraída en un acto con alguien importante que está diciendo algo en un sitio inidintificable.

Y si queremos entrar en detalles, vamos a analizarlos.

Dividiendo la fotografía en varios planos (por lo menos cuatro) y empezando por el primero:

Hay un señor de pie, con apariencia descuidada (corbata torcida, hombros caídos, chaqueta abierta, pantalones demasiado largos), con una carpeta innecesaria bajo el brazo a la hora de dar un discurso, sobre todo si el micrófono no es ni de pie ni inalámbrico y lo tiene que sujetar él mismo. No se sabe dónde mira ni a quién está explicando lo que sea que está diciendo. Con artilugios rodeándole (trasera de pantalla sobre columna -bonito cable-, artilugio a su izquierda que invade el primer plano...)

Tres señores a su derecha, aburridos y dispersos. El primero (es el alcalde) se acaba de sacar la mano del bolsillo del pantalón (lo chiva la chaqueta doblada hacia dentro), tiene la postura descuidada, la mirada perdida hacia el techo y seguro que se habrá disgustado al verse a sí mismo en una foto tan delatadora. El señor de enmedio (no sabemos quién es, la noticia no lo especifica en el pie de foto), con la mirada más perdida que el alcalde y con los brazos cruzados (¿dónde los pone si no? ¿cruzados en la espalda? ¿eso es mejor o peor?). El más próximo al orador, con gesto circunspecto e igual de ausente. Ninguna de las tres caras ni actitudes son amables, colaboradoras, ni expresan intención positiva.

Los tres parecen decir "me toca estar aquí, es lo que hay y un acto más. Sabré que acaba cuando deje de oir al que habla".

A continuación, en segundo plano y de izquierda a derecha aparece en primer lugar una señora de verde que no sabríamos decir si pertenece a la supuesta empresa o es una azafata más, y tres medios cuerpos que se adivinan a las espaldas de la supuesta presidencia.

Luego vemos a dos bellas señoras (estas sí que son azafatas, seguro) intentando guardar la compostura y respondiendo a ese estereotipo tan convencional: monas y arrregladas. Molesta esa chaqueta abierta y la mirada distraída.

Los señores del fondo son impresionantes... posturas y descomposturas... hablan por sí mismas.

Y ahora el escenario.

Es una nave y sabemos que una ITV porque lo dice la noticia y la fotografía nos da algunas pistas. 

¿De verdad no había un trocito de sitio diáfano, limpio, donde colocar un atril para el micro, con una baldita para dejar los papeles, y poner detrás un fondo corporativo con los logotipos o banderas institucionales?

¿El público no estaría mejor frente a los protagonistas y no detrás de ellos?

Si esta fotografía la hizo un profesional, sufriría muchísimo... ¿qué quería sacar en la foto? ¿a todos? ¿para que pareciera que había mucha gente? no entiendo...

¿Quién dijo a las azafatas que tenían que estar justo en ese sitio? Y sobre todo ¿Para qué estaban allí, las dos juntas y detrás de los protagonistas?

Esto es una muestra más del descuido, de la no profesionalidad, del hacer al tuntún...

En la inauguración de una nave para la realización de talleres, es decir, un entorno similar, vemos que no es tan difícil ordenar mínimamente el acto. Personalmente no me gusta el escenario, pero como lo inauguraba la alcaldesa (del Psoe) pueden entenderse la elección del color (¿?) y la tarima creo que era innecesaria.

Pero al menos vemos el rinconcito despejado, delimitado, la identidad corporativa, la presencia institucional, la presidencia ordenada y en buena compostura, el atril con su micro y su lejita para los papeles, el público donde debe estar, es decir, fuera del punto de foco... en fin, es mejorable pero bastante apañado. Dudo que lo organizara alguien profesional pero seguro que sí consciente de la importancia del protocolo y con inquietud suficiente para buscar información sobre la mejor manera de hacer las cosas.

Sólo, y desde la moderación, podríamos cuestionar el tiro de cámara elegido por el fotógrafo, que es obvio que tenía mucha mejor posición disponible para hacerla y haber conseguido una mejor identificación de cartelería y presidencia.


Las comparaciones pueden ser odiosas, pero desde luego en estos casos son necesarias. No se trata de más o menos dinero. El protocolo no es eso. Ni es dinero ni es para nobles y/o ricos. Es organización y optimización de recursos. Es capacidad para armonizar y rentabilizar.

La primera fotografía es la muestra de la ausencia de un profesional en protocolo. La segunda, la muestra de que es probable que lo hubiera.

En eso trabajamos las personas dedicadas al protocolo, y no a la indocumentada afirmación de la señora Islas en su artículo del ABC.



martes, 20 de marzo de 2012

TOMA DE POSESIÓN DE NUEVO PRESIDENTE.

Quería saber en el acto de toma de posesión del presidente de empresa, quien recibe a los invitados, el presidente saliente o entrante. Lo único que tengo claro, es que el que recibe es el anfitrión. ¿Aquí quién es? ¿Quién despide? ¿Dónde puedo encontrar un manual de protocolo empresarial?. Muchas gracias.

Hola. Entiendo que el acto se organiza justamente con motivo de la toma de posesión del nuevo presidente. Pero éste no puede invitar al acto porque eso se hace, obviamente antes de su celebración y en ese momento todavía no ostenta el cargo. 

Por lo tanto, invita el presidente saliente, que se convierte en anfitrión. De modo que es éste el que recibe. Dependiendo de cómo se ha organizado el acto, y puesto que no me da detalles sobre ello, le diré que sería cortés por parte del presidente saliente, que en el momento de recibir a los invitados se hiciera acompañar del futuro "nuevo" presidente, con objeto de ir presentándolo. Al finalizar el acto es previsible que haya un cóctel, vino de honor... en este momento también es cortés que el ya nuevo presidente (convertido en anfitrión) se haga acompañar del saliente con el mismo motivo: ser presentado y presentarse. 

En la despedida, si la hay de manera formal, ya conviene que sea el nuevo presidente quien la realice en solitario. De esta forma, se da sensación de unidad y continuidad (entiendo que no hay rencillas por este cambio de titularidad) que beneficia a la propia empresa, dando imagen de colaboración activa. En El Manual de Estilo Empresarial de Evento y Gestión al que puede acceder también desde la página principal de esta web, puede encontrar información ampliada sobre las precedencias de la empresa y la realización de los actos más habituales, así como otras que le pueden ser de utilidad. 

Si tiene más dudas, por favor no deje de plantearlas. 

Saludos.

viernes, 16 de marzo de 2012

LAS INVITACIONES REMUNERADAS O ¿QUIÉN ES EL ANFITRIÓN, TÚ O YO?

"Entiendo que si organizo algo e invito significa que NO PAGAN LOS INVITADOS".

"El sabado tengo una despedida de soltera ... se lo pagamos nosotras a ella".

"Creo que las invitaciones han tenido siempre éxito por su gratuidad... si invitas pero la gente tiene que pagar te pueden pasar 2 cosas o que te dejen más sólo que la una o que pases la velada rodeado de hipócritas".

"Me parece de muy mal gusto invitar a alguien y no decirle que tiene que pagarse el cubierto, al menos hay que avisar y de esta forma hay opción para ir o no, depende de la compañia. A mi no me importa pagar cuando estoy a gusto con las personas con las que voy a compartir mantel, pero una invitación para mí tambien es NO PAGAR..."

Estas son opiniones de personas que se han encontrado en la situación. Son invitadas, pero han de pagar su cubierto. ¿?

Merece la pena analizar los conceptos por separado.

En el protocolo social, decimos que cuando asistes a una comida, cena... a la que has sido invitado, el anfitrión por regla general ha elegido un menú para todos. El anfitrión invita, paga y elije. En este caso, tú no puedes protestar o cambiar los alimentos salvo una cuestión seria de salud (alergias, enfermedad...) que el anfitrión no tiene por qué saber si tú no se lo has advertido. Comes, y callas, que para eso han tenido la deferencia de invitarte y no pagas. Por contra, como no has elegido tú la comida, no tienes por qué comértelo todo si algo en concreto resulta especialmente desagradable para tu paladar.

Si el caso es que te invitan correctamente, es decir, que no pagas, y además te dejan elegir a la carta, debes ser considerado con el bolsillo del anfitrión y no elegir el plato más caro. En este caso, habrás de comértelo todo que para eso lo has pedido libremente.

Si te vas a cenar por tu iniciativa, eres tú quien elige lo que quiere comer y sabes lo que vas a pagar, y aceptarás lo que te cueste el menú pues el dinero es tuyo y la elección también.

En resumen: COHERENCIA.

Pero.... ¿y si te invitan a una celebración -cumpleaños por ejemplo- y después de agradecer sonriendo que quieran contar contigo en el evento y tu cabeza comience a pensar en el regalo que llevarás, oyes salimos a X euros...?

¿CÓMO? ¿Me invitan pero he de pagar? ¿Eso cómo es? Vayamos por partes...

RAE.ES:

Invitar. (Del lat. invitāre).
1. tr. Llamar a alguien para un convite o para asistir a algún acto.
2. tr. Pagar el gasto que haga o haya hecho otra persona, por gentileza hacia ella. (Ajajáááááá)

¿De dónde nos sacamos que el invitado paga?. Si yo quiero tu compañía en una celebración MÍA, te invito a que vengas y te agasajo. Tú me regalas algo en consideración a mí y según tus posibilidades y gusto personal; yo te doy las gracias y aquí paz y allí gloria. Así es como es, y cualquier otra cosa es una invención amañada para manipular mi buena fe.

Si tú me dices que tengo que pagar por asistir a TU cumpleaños, debería ser yo quien elija ¿no? Yo elijo ir o no ir, elijo lo que voy a comer, elijo con quién quiero estar y además no te llevo regalo. Es como cuando voy a tomarme el aperitivo del domingo por la mañana: Elijo en qué sitio, elijo cuánto me voy a gastar, y elijo con quién me lo quiero tomar.

Las cosas son como son, y empeñarnos en enredar, disfrazar y engañar utilizando supuestas modernidades disfrazadas de superguaychachipiruli, lo siento pero no cuela.

Me comentan que lo que subyace en estas actuaciones tan habituales hoy día es la crisis económica. ¿Perdón? ¿Crisis para quién? ¡Pero si yo estoy en crisis también! ¿Tu crisis la pago yo?

Creo que, en realidad, lo que subyace es la falta de elegancia, el cutrerío, el quiero y no puedo y la falta de perspectiva. Supongamos que te hace mucha ilusión celebrar tu cumpleaños pero no tienes dinero para invitar.

Te voy a dar ideas totalmente gratuitas (yo cobro por asesorar, es parte de mi trabajo, y para tí lo hago gratis, lo advierto):

Vienes y me dices: Charo, es mi cumpleaños y quiero celebrarlo, pero no tengo dinero para invitar a todos los que me gustaría ni hacer una fiesta como quisiera. ¿Qué opciones tengo?

Y yo te digo: Pues puedes hacer varias cosas:

Una, aguantarte y no celebrar nada, que si no hay dinero no se puede remediar. Ya vendrán tiempos mejores. Hay que ser responsable y consciente de nuestra situación y de las consecuencias que puede acarrearnos un gasto inapropiado.

Dos, pedir un préstamo por lo que te va a costar la celebración, y si te lo dan la haces y si no, pues ya vendrán los mismos tiempos mejores de antes. Difícil de entender pedir un préstamo para un cumpleaños... pero bueno, es decisión personal y más sorprendente que pedirlo es que te lo den, tal y como están las cosas...

Tres, decirle a tus amigos "es mi cumpleaños, te invito a café, copa de sidra y trozo de tarta en mi casa, a las cuatro de la tarde". Fantástico. Todo el mundo tiene claro que sólo se le invita a café, sidra y tarta. Y a las cuatro de la tarde todo el mundo sabe que ha de ir comido. Es un gasto asumible, te llevarán regalos y seguramente os lo pasaréis estupendamente. Sólo hay que valorar económicamente el gasto global: cuántos cafés, cuánta sidra y cuánta tarta.

Cuatro, decirle a tus amigos "es mi cumpleaños, te invito a una copita de sidra y trozo de tarta en el Bar X, ya me gustaría que fuera cena pero se trata de celebrar mi cumpleaños, y a más no puedo invitaros". Casi igual de fantástico. Sinceridad y nadie se siente engañado. Seguramente irán todos los auténticos amigos a los que invites. Lo que hay que valorar aquí, además del gasto que supondrá la factura del Bar X, es que esta sinceridad sólo debe tenerse con aquellos que sepamos que merecen esta confianza. A los conocidos o conomigos (más que conocidos pero menos que amigos) no les importa lo más mínimo tu situación económica, y si les dices eso seguramente no irán, créeme.

Cinco: decirle a tus amigos "es mi cumpleaños, te invito a una copita de sidra y trozo de tarta en el Bar X, el resto de comida o bebida corre a escote". Lo mismo de antes. Sólo para los auténticamente amigos.

¡Montón de posibilidades ¿verdad?! Y a lo que se da relevancia es al hecho que motiva la celebración y sobre todo a la intención sincera: Tu cumpleaños y el deseo de celebrarlo conmigo.

Lo otro, es tomarme el pelo. Es que yo pague tu fiesta, es poner en evidencia tu caradura.

Y la verdad, querid@, a mis cuarenta y cinco y pico y a estas alturas, hipocresías las justas, y menos las que me cuesten dinero.



jueves, 8 de marzo de 2012

LA IGUALDAD ASEXUADA.

Hombre normal y corriente.
Convendría recordar que la creación del Día Internacional de la Mujer (con el adjetivo de trabajadora ya perdido) viene motivado por la muerte de unas mujeres que reivindicaban sus derechos como personas en una sociedad en la que no eran casi nada. Aquellas sufragistas, feministas, o simplemente valientes personas decididas a mejorar su situación laboral y personal, tuvieron que morir para que otras mujeres comenzaran a tener alma, y utilizando un trágico símil, su derecho a entrar en los bares, como los negros en su época de más cruda lucha.

En un acto en el que estuve el martes con este motivo, la concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante, Doña Marta García-Romeu, manifestó que para las mujeres de hoy día, reivindicar derechos era casi un atrevimiento. Hizo referencia a las generaciones pasadas, afirmando que su madre, su abuela, su bisabuela... habían hecho el trabajo más difícil, esfuerzos y sacrificios que han permitido que ella estuviera hoy día donde está y que viviera como vive.

Ablación de clítoris.
No puedo estar más de acuerdo con ella.

El estereotipo de mujeralbordedeunataquedenervios, que va de superwoman y presume de capacidad para afrontar su vida en el primer mundo, quejándose de los esfuerzos para progresar en el mundo laboral, es hoy día casi insultante.

Son insultantes también las discusiones sobre el lenguaje sexista cuya conversión lo hace más sexista y complejo aún si cabe. 

Violencia de género (eufemismo de hdp)
Es insultante la discusión sobre si una ministra ha de ponerse falda o pantalón en un acto oficial.

Es insultante la discusión sobre si la cortesía en el trato hacia una mujer por parte de un hombre es signo de machismo o no.

Es insultante que las mujeres sigamos ganando menos en los mismos puestos.

Es insultante que las mujeres sigan dedicando cuantitativamente más horas a las mismas tareas domésticas.

Es insultante que cerebro y tetas se contrapongan.

Es insultante el resultado de algunas sentencias judiciales.

Es insultante la hipocresía de las entidades públicas y privadas en la ejecución y regulación de la conciliación familiar y laboral.

Lapidación.
Es insultante la discriminación hacia los hombres sobre su capacidad de amar, criar, educar y dar ternura a sus hijos.

Es insultante la discriminación hacia los hombres para poder desempeñar tareas tradicionalmente femeninas.

Y tantas otras cosas. Pero sobre todas las anteriores:

Es una aberración que sigan produciéndose abusos y malos tratos hacia las personas más débiles, sean hombres, mujeres, ancianos, ancianas, niños o niñas.


Estereotipos y convencionalismos por Maitena.

Es una aberración que la mujer y la niña en el segundo y tercer mundo tengan que seguir soportando abusos y malos tratos, añadidos al hambre, a la ausencia de cuidados sanitarios, a la educación.

Creo que ha llegado el momento de que la mujeres que tenemos una vida digna, con una formación y una capacidad que nos permite desenvolvernos en entornos más o menos hostiles y promovidos por el sexo que sea, comencemos a dejar de mirarnos el ombligo y miremos al de aquellas mujeres que siguen estando, DE VERDAD, en situación extrema de desprotección, de desamparo, y que dejemos de utilizar convencionalismos y estereotipos patéticamente sexistas.  Y también es el momento de que aislemos a esos reductos machistas con forma de mujer o de hombre, que siguen dando una imagen victimista de la mujer en el día a día y que nos hacen sentir vergüenza ajena cuando nos suben, sin preguntar, al carro de la pobreniñaendesventaja.


Y no es por nada, pero en el protocolo oficial y social todavía nos queda mucho que revisar en cuanto a la igualdad asexuada.


jueves, 1 de marzo de 2012

¿CÓMO SE COLOCAN LAS BANDERAS EN LAS FIESTAS PATRONALES?

Fallas en Benidorm. A la izquierda del escenario, las banderas institucionales.
Fiestas de un pueblo, cuya organización tiene escudo propio. A la hora de hacer un acto oficial tenemos el estandarte de la Asociación de Fiestas, el del Ayuntamiento y el de la Comunidad Autónoma. ¿Cuál es su orden en el escenario?.

Hola. Pues depende de qué escenario.

Si se refiere a un acto organizado por la Asociación de Fiestas al decir acto oficial, debe tener en cuenta que no se trata de una entidad oficial, en similitud con las banderas del Ayuntamiento y de la Comunidad Autónoma, sino de una entidad privada. Por lo tanto, las banderas no deben estar juntas.

Como el acto lo organiza la Asociación, su bandera debería estar a la derecha del escenario (mirando desde éste) y a la izquierda, la bandera del Ayuntamiento y de la Comunidad, de acuerdo a las precedencias de un acto organizado en un municipio. Es decir, mirando desde el escenario, y a la izquierda de éste, estaría primero la bandera municipal y a la su izquierda de ésta la autonómica.

Por decirlo de otra forma más clarificadora, si usted fuera público, mirando el escenario vería:

Bandera de la Asociación                                                                  B.Ayuntamiento-B.Cdad. Autónoma

De esta forma, además, la bandera de la Asociación debería quedar a tiro de cámara. Es decir, si ustedes colocan el atril para discursos, lo harán cerca de la bandera de modo que la centralización de miradas o de cámaras de grabación se sitúen de forma que siempre contemplen la bandera del anfitrión y organizador.


Si el acto es similar al de la fotografía que le pongo (proclamación de Reina de las Fiestas, en este caso la Fallera Mayor), el estandarte, escudo o bandera es costumbre que se represente mediante un tapiz tras el trono, lo cual no quita lo anteriormente dicho.

Saludos y ¡felices fiestas!.