jueves, 21 de octubre de 2010

LOS SECRETOS DE UN BRINDIS PERFECTO.

Todos sabemos que el brindis es el momento de la celebración en el que los invitados levantan y entrechocan muy suavemente las copas para manifestar buenos deseos. También se llama brindis a la acción misma de brindar y a las palabras que se dicen en dicho momento, generalmente expresión de buenos deseos o felicitaciones. Después de las palabras es costumbre beber la bebida que contiene la copa.

El término procede de la frase alemana bring dir's, que significa “yo te lo ofrezco”. Sobre el origen del brindis hay varias teorías. Una apunta a que el brindis nación en el siglo IV a.c. Todos sabemos la manía que tenían en la antigua Roma de envenenar la copa para matar a alguien, de modo que, como había muchos que en las fiestas iban de pillo a pillo, los anfitriones, como símbolo de confianza con la gente que habían invitado chocaban fuertemente las copas con sus invitados, lo que producía que el líquido de una copa pasara a la otra. Recordemos que en aquellos tiempos, las copas eran de plata, oro… así que no había destrozos de cristalerías. 

De este modo quedaba claro que no había ninguna intención de envenenar a nadie  porque de esa manera se mezclaban las bebidas y los que hacían el brindis bebían lo mismo. También se afirma que en la antigua Roma se decía que del vino disfrutan todos los sentidos menos el oído. Con el chocar de las copas este sentido también participaba del gozo de la bebida.

Otra elucubración apunta a que el brindis se remonta a las antiguas ofrendas en las que en los sacrificios se ofrecía un líquido sagrado a los dioses. Se formulaba la súplica al dios de turno, y luego se levantaba la copa con una expresión de alago y gratitud a dicho dios. Por su parte los griegos y romanos, que tenían en común su afición a pedir y dar gracias de todo a sus dioses, eran muy dados a los brindis en los banquetes.

El brindis se realiza normalmente cuando nos sirven el postre y el cava, pues lo más frecuente es brindar con este tipo de bebida, y es el momento en el que todos estamos satisfechos de habernos reunidos por el motivo por el que se brinda. Si se dicen palabras al inicio de la celebración, no se brindará. Sólo se dará las gracias a los invitados por venir a celebrar el hecho en cuestión.

El acto del brindis se divide en tres partes. El brindis verbal, el acuerdo y el trago simbólico. En la parte verbal una persona indica la razón para el brindis (porque te vaya bien en tu nueva etapa) o se cuenta una breve historia compartida con el homenajeado a la que sigue el buen deseo (deseo que vuestra unión dure para siempre). 

Todos los presentes levantan sus copas en el aire, confirmando el deseo manifestado en términos como (¡por los novios!) o similar, a lo cual sigue el choque de las copas con las del resto de las personas a su alcance (alcance corto, no se ha de estirar de forma incómoda). El trago es una forma de confirmar el deseo (recordemos el acto de beber en los romanos como signo de confianza).

Sin embargo no en todos los casos se brinda igual. Por ejemplo, en el Memory Inmortal que se suele realizar el Trafalgar Day en la cena de la Marina Real Británica a bordo del HMS Victory en memoria del Almirante Nelson, la bebida se toma en total silencio.

En la mayoría de las situaciones en el que se hacen brindis suelen utilizarse bebidas alcohólicas, normalmente champán o cava, pero también se hace con otro tipo de bebidas, pero tradicionalmente sea cual sea la bebida ha de contener alcohol, aunque sea de baja graduación (como la sidra). 

Si la comida es de cierta importancia o se celebra para conmemorar algún acontecimiento, es muy probable que termine con dos brindis: el del anfitrión y el del invitado de honor, que responde en nombre propio o en el de los otros invitados.

El invitado debe saber cómo comportarse durante estos brindis o discursos. Lamentablemente, es bastante frecuente ver comensales que no saben comportarse correctamente durante un discurso. Siguen comiendo su postre, se acercan la copa a los labios y toman un sorbo de agua o de vino, hacen comentarios en voz baja con su vecino de mesa… En fin, incurren en faltas de cortesía hacia el orador y hacia los otros comensales. Por muy pesado que sea el discurso –lo que también es bastante frecuente, uffff- debe escucharse con atención, como corresponde a una persona a quien el anfitrión ha tenido la amabilidad de invitar y porque somos personas educadas (¿no?).

¿Qué debe hacer el homenajeado en honor del cual se propone un brindis mientras éste se lleva a cabo? Pues no tiene que levantarse, ni beber, ni aplaudirse a sí mismo, aunque esto se hace en algunos países. Inmediatamente después de terminado el brindis se levantará para dar las gracias y hará su discurso o dirá sus palabras. Si asiste con su mujer/marido, no cometerá el error de hablar en singular, como si el otro no existiera. No dirá “agradezco vivamente las palabras de nuestro anfitrión...”, sino “María y yo...”, “Pilar y yo...” o “mi mujer y yo agradecemos...”, aplíquese según corresponda.

En algunas circunstancias, antes de empezar con el brindis, es necesario hacer una breve presentación indicando quién eres y la relación que guardas con el evento o con la persona a la que diriges el brindis. Durante el brindis, podemos bajar el brazo de la copa, pero no debemos dejarla en la mesa, a no ser que necesitemos las manos para sujetar un micrófono y nuestras notas del brindis, por ejemplo.

Al terminar el brindis debemos hacerlo con una frase positiva y la indicación de que el brindis ya se termina, por ejemplo: “brindemos por el éxito de…”, y levantamos nuestra copa hacia todos los presentes, la inclinamos ligeramente hacia la persona a quien hemos dedicado el brindis y hacia quien tenemos próximos a nosotros y damos un pequeño sorbo. NO es necesario chocar las copas ni decir chin-chin ni eso tan divertido de “abajo, arriba, al centro…..” cosas reservadas para las celebraciones muy informales.

Una vez realizado el brindis debemos sentarnos y si la persona por la que hemos brindado nos ofrece un brindis por respuesta, debemos permanecer sentados y sin levantar la copa. Una vez haya finalizado su brindis, damos las gracias, levantamos la copa y bebemos un sorbo.

Por su parte, los invitados, en el momento de hacer el brindis deben levantarse y levantar la copa hacia la persona por la que se brinda o hacia el invitado de honor o hacia un punto imaginario en el caso de que el brindis no se dirija hacia nadie en concreto.

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