martes, 26 de octubre de 2010

INVITADOS EN UN BARCO.

Hola!  Me han invitado a un fin de semana en un yate. Nunca he dormido en uno, ni he estado tanto tiempo y menos navegando, sólo alguna vez de visita estando atracado.Qué ropa llevo, que ya no es verano y qué tengo que saber? Robbi, de La Florida.

En cuanto a tu equipaje, no te presentes con una maleta y mucho menos rígida. El espacio a bordo es reducido y todo debe poder “esconderse”. Una maleta rígida es complicada de estibar y ocupa mucho sitio. Elige una bolsa de viaje tipo de deporte, que al vaciarla se pueda plegar o que sin vaciar pueda adaptarse al espacio posiblemente mínimo del armario de una embarcación. El calzado ha de ser de suela blanda y clara, tipo tenis o unos náuticos, no es aconsejable andar descalzo pues los accidentes son frecuentes. En una cubierta hay muchas cosas! La mayoría de las embarcaciones tienen cubierta de madera o fibra, por lo que suelas duras, oscuras o con dibujos la perjudicarán, y del mismo modo el interior suele estar enmoquetado, y el calzado ahí está prohibido. 

La ropa ha de ser cómoda. Suponemos que la travesía será cercana a la costa de Alicante, por lo que daremos por hecho el buen tiempo. Así pues, lleva un par de equipos donde tenga cabida ropa ligera, y otro de más abrigo, incluyendo un anorak o similar, pues las noches en el mar son frías. Ten en cuenta la intensidad del sol en el mar aunque esté nublado y no olvides protegerte la piel, la cabeza y los ojos. Sería muy molesto que el mareo te fastidie el fin de semana, así que sé previsor y lleva pastillas antimareo con cafeína, aunque en el botiquín de a bordo seguro que las hay, pero no es cortés andar gastando cosas que nosotros podemos llevar. 

Si no se ha pactado compartir los gastos, incluída la comida, es educado presentarse en el barco con un obsequio para agradecer la invitación. Seguramente a una casa podremos llevar un objeto de decoración o unas flores, pero en un barco debemos olvidarnos de elementos decorativos y mucho menos de objetos marineros. Un barco es un lugar donde lo superfluo no tiene cabida, y donde todo “pesa” y se “mueve”. De modo que decantémonos siempre por algo que se “acabe”. Lo mejor es un buen vino o alguna exquisitez para comer o cenar todos juntos.

Es importante conocer el barco. Haz todas las preguntas que necesites hasta que te sientas seguro. El Capitán o Patrón seguramente te dará unas breves informaciones sobre la seguridad y precauciones en el barco y los elementos que debes conocer, como la situación de los chalecos salvadidas. No quieras saber más que la máxima autoridad a bordo, es decir, el Capitán o Patrón, y obedece sus indicaciones sin cuestionarlas.

Dada la escasez de espacio en un barco, entenderemos también lo fácil que se oye cualquier sonido molesto. Tengamos en cuenta que en períodos de descanso, un ruido por mínimo que sea se triplicará. Pensemos en la siesta, en las tertulias, en las horas de levantarse, en las de acostarse y durante la noche. Deberemos acomodarnos a las costumbres de nuestro anfitrión.

Pregunta si puedes ayudar con alguna labor en la cocina o mantenimiento en el barco. Aunque tú no lo sepas o no lo imagines, siempre hay algo que hacer y no está bien que tu anfitrión se pegue una paliza mientras tú te limitas a disfrutar de tomar el sol. Mantén recogidas y ordenadas tus cosas, incluídas las que saques a cubierta (toalla, cojines...) y pide permiso y lugar para secar tu ropa en cubierta si es que es necesario.

Si hay tripulación, respétala y recuerda que son trabajadores, no criados. En navegación no se trabaja por seguridad. Las bebidas se toman fondeados. No les molestes en las maniobras.

En los barcos el agua dulce se transporta en unos tanques de capacidad limitada. Cuesta dinero el llenarlos cuando se llega a puerto, y debe racionarse con sensatez. Del mismo modo, el sistema de tuberías y la iluminación general, funcionan con batería. De modo que sé diligente y breve en la ducha y tacaño con el encendido de luces. 

Pregunta sin complejos sobre el manejo de la bomba del retrete del cuarto de baño. Hemos de saber que por allí no se tira nada de papel o cualquier otra cosa. En la mayoría de los puertos está prohibido usar los aseos mientras se está atracado, para evitar el vertido de aguas fecales en las bahías. 

Con estas sencillas indicaciones serás un magnífico tripulante y te volverán a invitar, seguro!!

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