martes, 21 de diciembre de 2010

Las uvas, el rojo, otras cosas y el Año Nuevo.


Los orígenes de la tradición de comer uvas, parecen apuntar a una importante localidad alicantina, Elche, donde en 1909, hubo una sobre-producción de uvas. De modo que, para hacer frente al exceso, a los viticultores de la región del Baix Vinalopó se les ocurrió regalar el excedente de cosecha alegando que daba buena suerte en el nuevo año el comer una uva por cada campanada.

Desde entonces, se dice que quien no coma las 12 uvas antes de que terminen las campanadas tendrá un año de mala suerte.

Por su parte, la tradición de llevar ropa interior roja el día de Nochevieja parece proceder (tal vez de una leyenda urbana) de los tiempos de la Edad Media, cuando estaba prohibido casi todo para las clases media y baja.

¿Por qué el rojo? Pues recordemos que en la antigüedad siempre se había relacionado el color rojo como el símbolo del demonio, la sangre y la brujería. Por esta relación incluso llego a prohibirse la plantación y consumo de productos de color rojo (tomates, pimientos,..) y por supuesto vestirse con ropas de este color.

Contradictoriamente, en invierno, cuando todo parece estar parado o muerto por el frío y las heladas, el color rojo era un símbolo de sangre y de vida, pero como estaba prohibido y la gente creía que el llevar un símbolo de vida traía buena suerte, en el momento en que el sol empezaba su nacimiento, optaron por llevar ropa de color rojo pero sin riesgos gratuitos, así que inteligentemente decidieron que ésta no estuviese a la vista.

Otra tradición importante que llama a la buena suerte en el nuevo año, es el poner algo de oro en la copa de cava con la que brindamos. Es un rito que, para que surta efecto, requiere no sacar el oro (normalmente un anillo) hasta haber terminado la copa y felicitado a las personas de alrededor. Ojo con esto, pues se ha dado el caso de haberse tragado el oro…

Recibir el año nuevo con dinero en el zapato atrae prosperidad económica, y si quieres viajar durante el nuevo año tendrás que sacar las maletas a la puerta de la casa. Si te una vez terminadas las campanadas, metes las manos en una fuente con azúcar y luego las lavas en otra fuente con cava atraerás el dinero, y si encima enciendes velas blancas, rojas y verdes, dejándolas hasta que se consuman atraerás armonía, amor y prosperidad.

En fin, son juegos divertidos que, si los preparas para compartirlos con la familia o amigos, aportarán entretenimiento y conversación en una noche ya de por sí alegre y distendida.


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