sábado, 20 de noviembre de 2010

PROTOCOLIZAR LA MESA EN OCASIONES ESPECIALES.


En las celebraciones especiales nos puede apetecer ordenar a los invitados en la mesa, como una manera más de destacar la ocasión. En la protocolización de asientos, se tienen en cuenta dos aspectos principales: la relevancia del invitado y la alternancia de sexos.

En el protocolo social, como es el que se aplica a las celebraciones familiares, podemos además tener en cuenta otros aspectos como la presencia de niños, de personas con intereses comunes, los que se llevan muy mal y conviene alejar uno de otro... en fin, cuestiones que hay que aplicar para que todos disfruten de la fiesta.

Os presento un ejemplo sencillo de protocolización de mesa, para una celebración con un número prudende te personas.

Supongamos que somos 10 personas. La mesa adecuada sería una rectangular (más común en las casas) que midiera unos 2,5 metros por sus lados más largos y 1,20 metros en las puntas, aproximadamente. Como las puntas serían más estrechas, pondríamos un niño con un mayor, para compensar “tamaños”. Por ejemplo, y tomando los parentescos respecto a la dueña de la casa (anfitriona):



Sentándose la anfitriona a una punta o la otra, teniendo en cuenta la que esté más cerca de la puerta, pues tendrá que levantarse muchas veces para servir y retirar la comida.

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