sábado, 6 de noviembre de 2010

EL PROTOCOLO DE LOS REGALOS.

En el complejo mundo de las relaciones sociales, quizá el regalo sea de lo más complicado pues detrás del regalo ya sea familiar o de afecto o profesional, siempre se esconde una noble intención: agradar, agradecer, felicitar, abrir puertas...

Pero no basta sólo con enviar un paquete o similar, sino que hay que estudiar los gustos de la persona a quien se dirige, tener en cuenta las circunstancias que motivan el obsequio, acertar sobre el momento oportuno de la entrega y saberlo presentar. Un envoltorio atractivo y personalizado tiene el 50% de éxito asegurado, porque quien lo recibe sabrá que nos hemos esmerado. La forma cuidadosa de envolver el regalo predispone en gran medida a su éxito.

Si se hace bien, el regalo constituye hoy un buen pasaporte para las relaciones sociales y una delicada exigencia en las relaciones familiares o de amistad. Por el contrario, un desacierto puede llegar a ser un paso atrás.
Las fiestas navideñas es la época del regalo por excelencia; nos gusta regalar y que nos regalen; dedicamos mucho tiempo a las compras y son numerosas las dudas que nos surgen a la hora de elegir el regalo adecuado.


Los regalos los clasificamos en:

-          Sentimental, que es aparentemente el más sencillo. El hecho de referirse a nuestros familiares y amigos nos permite saber elegir con cierta ventaja pues se supone que conocemos mejor al interesado.

-          De agradecimiento, es aquél que ofrecemos a una persona en señal de satisfacción por algo positivo que nos ha hecho de forma altruista o cuyo comportamiento ha ido más allá de las propias obligaciones. Lo habremos de remitir al domicilio personal si se conoce la dirección, y si tenemos que enviar a su lugar de trabajo, lo haremos debidamente envuelto, pero sin llamar excesivamente la atención y de forma muy discreta. Se adjunta una nota de agradecimiento manuscrita y sencilla y una tarjeta de visita(para favorecer la respuesta y por supuesto para que conozca quién regala).

-          De cortesía, es aquél que hacemos a una persona especial sencillamente por agradarle y que predispone a la buena relación, en esta clasificación deberíamos incluir los regalos especiales, o institucionales, que hacen las entidades con ocasión de determinados eventos o celebraciones.

-          Estándar, es otro tipo de regalo de cortesía pero con algunas connotaciones especiales, como por ejemplo:

                        - Las flores en una maternidad
                        - El libro en el día del libro
                        - Una corona de flores en un deceso
                        - etc.

-          Institucional, es aquél personalizado que ofrece una institución o una empresa. Una dedicatoria, una placa, una grabación...  Normalmente el regalo institucional se hace con ocasión de visitas solemnes o especiales a la sede de la institución o de la empresa.

Se entrega en un despacho, tras la visita o el acto principal, y tras unas previas palabras simbólicas por parte del anfitrión. En este caso el regalo se entrega descubierto, sin envoltorio alguno.
   
-          Publicitario, es aquél que se hace con el notable deseo de promocionar la marca o la entidad, suelen ser regalos útiles para hacer más larga y duradera la acción de marketing.

1 comentario:

  1. Anónimo26/5/15

    Totalmente de acuerdo con el artículo. A menudo es difícil decidir qué regalo hacer en cada ocasión. En mi caso, los regalos de empresa para los empleados en fechas como Navidad, o antes de las vacaciones que apetece compartir un detalle con ellos. Una buena tienda online de artículos de regalo para empresas que recomiendo son Promotecnics. Tienen regalos de todo tipo, regalos electrónicos, y articulos promocionales a buen precio y de calidad.

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