jueves, 8 de marzo de 2012

LA IGUALDAD ASEXUADA.

Hombre normal y corriente.
Convendría recordar que la creación del Día Internacional de la Mujer (con el adjetivo de trabajadora ya perdido) viene motivado por la muerte de unas mujeres que reivindicaban sus derechos como personas en una sociedad en la que no eran casi nada. Aquellas sufragistas, feministas, o simplemente valientes personas decididas a mejorar su situación laboral y personal, tuvieron que morir para que otras mujeres comenzaran a tener alma, y utilizando un trágico símil, su derecho a entrar en los bares, como los negros en su época de más cruda lucha.

En un acto en el que estuve el martes con este motivo, la concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante, Doña Marta García-Romeu, manifestó que para las mujeres de hoy día, reivindicar derechos era casi un atrevimiento. Hizo referencia a las generaciones pasadas, afirmando que su madre, su abuela, su bisabuela... habían hecho el trabajo más difícil, esfuerzos y sacrificios que han permitido que ella estuviera hoy día donde está y que viviera como vive.

Ablación de clítoris.
No puedo estar más de acuerdo con ella.

El estereotipo de mujeralbordedeunataquedenervios, que va de superwoman y presume de capacidad para afrontar su vida en el primer mundo, quejándose de los esfuerzos para progresar en el mundo laboral, es hoy día casi insultante.

Son insultantes también las discusiones sobre el lenguaje sexista cuya conversión lo hace más sexista y complejo aún si cabe. 

Violencia de género (eufemismo de hdp)
Es insultante la discusión sobre si una ministra ha de ponerse falda o pantalón en un acto oficial.

Es insultante la discusión sobre si la cortesía en el trato hacia una mujer por parte de un hombre es signo de machismo o no.

Es insultante que las mujeres sigamos ganando menos en los mismos puestos.

Es insultante que las mujeres sigan dedicando cuantitativamente más horas a las mismas tareas domésticas.

Es insultante que cerebro y tetas se contrapongan.

Es insultante el resultado de algunas sentencias judiciales.

Es insultante la hipocresía de las entidades públicas y privadas en la ejecución y regulación de la conciliación familiar y laboral.

Lapidación.
Es insultante la discriminación hacia los hombres sobre su capacidad de amar, criar, educar y dar ternura a sus hijos.

Es insultante la discriminación hacia los hombres para poder desempeñar tareas tradicionalmente femeninas.

Y tantas otras cosas. Pero sobre todas las anteriores:

Es una aberración que sigan produciéndose abusos y malos tratos hacia las personas más débiles, sean hombres, mujeres, ancianos, ancianas, niños o niñas.


Estereotipos y convencionalismos por Maitena.

Es una aberración que la mujer y la niña en el segundo y tercer mundo tengan que seguir soportando abusos y malos tratos, añadidos al hambre, a la ausencia de cuidados sanitarios, a la educación.

Creo que ha llegado el momento de que la mujeres que tenemos una vida digna, con una formación y una capacidad que nos permite desenvolvernos en entornos más o menos hostiles y promovidos por el sexo que sea, comencemos a dejar de mirarnos el ombligo y miremos al de aquellas mujeres que siguen estando, DE VERDAD, en situación extrema de desprotección, de desamparo, y que dejemos de utilizar convencionalismos y estereotipos patéticamente sexistas.  Y también es el momento de que aislemos a esos reductos machistas con forma de mujer o de hombre, que siguen dando una imagen victimista de la mujer en el día a día y que nos hacen sentir vergüenza ajena cuando nos suben, sin preguntar, al carro de la pobreniñaendesventaja.


Y no es por nada, pero en el protocolo oficial y social todavía nos queda mucho que revisar en cuanto a la igualdad asexuada.


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