jueves, 21 de octubre de 2010

EL SUJETADOR TAMBIÉN TIENE HISTORIA.



Las primeras en utilizarlo fueron las mujeres cretenses unos 1.700 años a. de C. El sostén, o sujetador, existía ya en la Roma clásica, donde las gimnastas utilizaban el strophium, una especie de faja enrollada que oprimía los senos. 

El primer sujetador moderno lo diseñó la casa Cadolle en 1889, y el primer brassiere moderno fue patentado en 1913, por la neoyorkina de la alta sociedad Mary Phelps Jacob. Entonces, la única prenda interior aceptada era el horroroso corset. 

Mary acababa de comprar un vestido de noche escarpado para uno de sus eventos sociales. En aquella época, la única ropa interior aceptable era el corsé con alma de varillas. María encontró que las varillas se veían de manera ridícula. Entonces, el acto creativo: dos pañuelos de seda y una cinta rosada, y Mary había diseñado un alternativa al corsé. La nueva ropa interior de Mary se llevaba de maravilla con las nuevas modas y las demandas de amigos y de la familia fueron altas para el sujetador nuevo. 

Backless
El 3 de noviembre de 1914, la inventora patentó el sujetador de Backless:

Caresse Crosby era el nombre del negocio Jacob. Sin embargo, la vida de empresaria no era agradable para la señora Jacob, y pronto optó por vender la patente del sujetador al Warner Brothers Corset Company de Bridgeport, Connecticut, por la miseria de $1.500. Durante los siguientes 30 años, los Warner (los fabricantes de ropa interior, no los de films) generaron ganancias por 15 millones de dólares con la patente del sujetador.
Evolución entre los años 30-60
Si bien el sujetador comenzó a ganar el mercado rápidamente, fue la I Guerra Mundial la que vino a darle el golpe mortal al corsé, cuando en 1917 las industrias de guerra de los E.E.U.U. piden a las mujeres que dejen de comprar corsés, medida que permitió utilizar unas 28 mil toneladas de metal, ya no en prendas íntimas sino en balas. 

Mae West
El sujetador afirmó su presencia en los años veinte, cuando la actriz estadounidense Mae West, sex-simbol de la época, lo promocionó generosamente.. 

En 1928, el inmigrante ruso Ida Rosenthal fundó Maidenform. Ida era responsable de agrupar a mujeres en las categorías de busto-talla: las copas, cuyo uso se generalizó desde mediados de los años 30.

En los años 40 aparecen los primeros sujetadores con copas de naylon y los primeros modelos hechos totalmente con algodón. 

Su uso se generalizó en los años 50. A partir de los años 60 se realizaron en tonos más vistosos y con las nuevas fibras de nailon, que facilitaban sus cuidados.

La ropa interior nació para moldear el cuerpo femenino sin ser vistos y ahora se diseñan para lucirla en público. Sujetadores, bragas, tangas y corsés son los “top secret” de la seducción femenina y han sufrido muchos cambios hasta convertirse en fetiches. 

El sujetador, cuyo objetivo es sujetar y corregir, es hoy una pieza insustituible. Sus nuevos materiales han hecho de él una pieza ligera, suave y adaptable que además puede servir como instrumento de seducción: bello al tacto y bello a la vista. Los hay para todos los gustos y actividades, desde el sencillo y cómodo para el deporte, hasta los más coquetos y sexys para seducir.

En 1948, Christian Dior diseñó ropa interior que estilizaba la figura femenina, y la revolución definitiva llegó con los grandes escotes de Marilyn Monroe.

Sujetador de los años 70
En los 70, las mujeres despreciaron el sujetador, se lo quitaron para sentirse libres. En los ochenta, se lo pusieron llenos de encajes, blondas y puntillas, resultaba imperdonable no preocuparse por el aspecto interior, se debían cuidar los valores internos. Más tarde, se manifestó el culto al cuerpo y llega la moda de la ropa oculta y del lujo que se siente, pero que no se ve. Hoy, en el siglo XXI, los diseños de la ropa interior permiten lucirla públicamente sin ningún pudor, y en muchos caso, se confecciona para que se vea.
Sujetador de Madonna

El sujetador, que había viajado por la historia de la moda siempre debajo de otras prendas, se hizo definitivamente visible cuando Madonna la impuso por encima y en solitario. 

El Museo de Moda y Textiles de Santiago de Chile pagó 19.740 dólares (unos 3´5 millones de pesetas) en una subasta por el sujetador que llevaba Madonna en su gira "Blonde Ambition". Una extravagante e impresionante prenda que fue diseñada por su amigo el modisto francés Jean Paul Gaultier.

Sujetador Bra
Hoy el sujetador es objeto de utilizaciones diversas, dentro de su función original: El nombre escogido por la popular marca Victoria's Secrets para designar a esta sofisticada creación, la sexta de su línea Fantasy Bra, es Heavenly Star Bra (sujetador estrella celestial). Y lo cierto es que la modelo encargada de mostrarlo en el catálogo, la sensual Heidi Klum, parece más una representante del Olimpo de las diosas de la belleza que una simple mortal. La prenda, por desgracia, no se halla al alcance de cualquier bolsillo, pues ha salido al mercado, de cara a la campaña de Navidad, al módico precio de 12,5 millones de dólares (unos 2.375 millones de pesetas).

Victoria’s Secrets ha encargado la creación de la pieza al joyero Mouawad, que se ha empleado a fondo para dotar a la prenda de todo el glamour y lujo posibles. Así, el sujetador lleva entre las copas un impactante diamante de 90 quilates, además de estar completamente cubierto con 1.200 zafiros rosas y más de 2.300 millones de diamantes marquesa.
Sujetador para mastectomizadas

La lencería inteligente, que empezó a finales de la década de los noventa, sigue hoy día investigando tejidos milagrosos y revolucionando la manera de vestir: 
  • Un sostén equipado con un circuito electrónico que si detecta alguna alteración en el ritmo cardíaco y respiratorio avisa a una central de alarma. El artilugio, diseñado por una británica, está proyectado para proteger a las mujeres en situaciones de peligro.
  •  En el Instituto Textil de Lyon (Francia), los químicos desarrollan una gama de materiales que poseen propiedades futuristas, por ejemplo tejidos que absorben energía solar para ayudar a retener el calor corporal.
  • “Airotic” es el primer sujetador hinchable que incrementa el tamaño del pecho sin que sea necesario someterse a una cirugía estética ni a implantes de silicona. Sus copas están dotadas con un dispositivo hinchable –muy similar a los airbags de los automóviles- con los que se puede conseguir dos tallas más de pecho.
  • La casa Triumph ha ido más allá y ha presentado el primer sujetador pulsímetro, que va conectado a la muñeca con el fin de medir el ritmo cardíaco mientras se haga deporte.
  • Triumph ha lanzado un chaleco antibalas, específico para las mujeres que trabajan en las Fuerzas de Seguridad del Estado, que permite ir protegido sin necesidad de sufrir. Su precio ronda las 50.000 pesetas. 
  • Sujetador anti-balas de Triumph
  •  Una de las grandes atracciones del mundial de Corea fue el conjunto de braguita y sujetador que, bajo licencia de la FIFA, ha creado la firma Triumph. ‘Hat Trick Bra’ es el nombre que le han puesto a este sujetador; una típica frase inglesa que da nombre a una jugada en la que un mismo jugador mete tres goles en un sólo partido. Y para representarlo, aparecen tres balones en el conjunto, dos en las copas del sostén y uno en la braguita. Pero este recuerdo femenino es pura simbología: para representar las porterías, las copas van cubiertas por una red; el color de fondo es verde, como el del campo; los motivos del balón de reglamento han sido incluidos en los tirantes (que pueden quitarse), y el emblema oficial del Mundial puede verse en un lado del sujetador. Cuesta 150 € y sólo se han fabricado 100.
En definitiva, hay sujetadores para el día y para la noche, para escotes pronunciados y de espalda al aire, sin tirantes o cruzados, atados al cuello o por el estómago, que agrandan o disminuyen el volumen, con rellenos de silicona e incluso de agua. Sujetadores que masajean, que equilibran la temperatura del cuerpo, y sujetadores antiestrés. 

Hat Trick Bra
En mi opinión, el uso que hoy se da al sujetador es excesivamente visible. Las adolescentes lo exhiben sin ningún pudor, no sólo esta prenda sino la ropa interior en general. Existen multitud de modelos de tirantes para hacer juego con las camisetas; determinados modelos de sujetador se piensan para enseñarlos, bien a través de escotes o con transparencias. 

Creo que esto responde a una desinhibición mal entendida, y desde luego a partir de una determinada edad es de muy mal gusto en la ropa de día, con determinadas concesiones más o menos elegantes a la ropa de noche, teniendo en cuenta siempre la oportunidad, el momento y el entorno.

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