martes, 30 de noviembre de 2010

LA VIRGEN DEL CARMEN, ORIGEN COMO PATRONA DE LOS MARINOS.


Veo que tocas el protocolo náutico, y tengo una curiosidad. ¿Por qué la Virgen del Carmen es la patrona de los marineros? Gracias!!

¡Hola!


En la Edad Media se alababa a la Virgen como ‘Estrella del Mar’, ya que los marineros dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con la Virgen María quien, como estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.


Con la invasión de los sarracenos, los Carmelitas tuvieron que abandonar el Monte Carmelo. Una antigua leyenda afirma que antes de partir, se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina, prometiendo ser para ellos su Estrella del Mar.


En el siglo XVIII, cuando ya era muy popular la fiesta de la Virgen del Carmen en España, el almirante mallorquín Antonio Barceló Pont de la Terra (1716-1797), impulsó su celebración entre la marinería que él dirigía.


Fue a partir de entonces cuando la marina española fue sustituyendo el patrocinio de San Telmo, por el de la Virgen del Carmen.




Desde entonces, son muchas las localidades, principalmente pesqueras, que celebran grandes procesiones marítimas con motivo de las Fiestas del Carmen. Se trata de trasladar a la Virgen desde la Iglesia hasta el puerto, donde es embarcada para procesionar la costa, bajo la protección de los marineros y en honor de multitudes. Normalmente se celebra una Misa en el mar, navegando o fondeados, se canta la Salve Marinera y se vuelve a puerto para celebrar un ágape igualmente en su honor.

LA DEPENDIENTA ASESINA.

¿Qué se hace con la dependienta que te persigue como si fueras a robar algo en la tienda? Si sólo quieres mirar, curiosear, y se lo dices, pone mala. Si te pruebas algo te atormenta en la puerta del probador... Es ofensivo y dan ganas de decirle 4 cosas...!!! Gracias.

Hola. Sí, verdaderamente es incómodo y bastante irritante. Pone en evidencia la falta de profesionalidad de la dependienta, y sólo tenemos tres opciones. La primera, ignorarla. La segunda, preguntarle si desea algo, pues como va detrás de tí... y tercera, marcharse de esa tienda y no volver.

Todo dependerá del interés que tengamos en ese comercio. En cualquier caso, el que la dependienta no haya sido debidamente formada no es del todo culpa suya, y al fin y al cabo está allí para ganarse el sueldo.

Lo que está claro es que no hay ninguna razón por la que tengamos que aguantar nada que nos incomode en un lugar en el que entramos libremente.

Lo último que debemos hacer, y está claro, es ser tan maleducados como ella.

LA NAVAJA MARINERA.

¿Porqué la navaja marinera tradicional no tiene punta?

Los marinos necesitaban su navaja o cuchillo para cortar cabos, laborear y hasta para comer. 

Ciertos capitanes obligaban a sus tripulantes (o ellos mismos lo hacían revisando al embarcar) a romper la punta de sus navajas y cuchillos.

La finalidad era no privarlos del uso pero sí evitar que se mataran en las rencillas que podían ocurrir (y vaya que ocurrían!!) por echarse puntazos. A lo sumo habría cortes con sangre pero reducía la alternativa de muerte por ingesta de pieza de acero ajena.

lunes, 22 de noviembre de 2010

LOS BYB (BÚFALOS Y BISONTES) EN EL TRABAJO.

Búfalo Bill debería haberse llamado en realidad Bisonte Bill. Cuando los colonos llegaron a América, se encontraron con una bestia parecida a los búfalos, y con esa osadía que da la ignorancia y la prisa, decidieron llamarlos así. Pero en realidad eran bisontes. 
 
El problema radica en que el búfalo cafre (syncerus caffer) habita originariamente en África y el búfalo indio (bubalus bubalis arnee) lo hace tranquilamente en Asia. Pero el auténtico bisonte (bison bison) vive y pasta también tranquilamente en América del Norte.
 
Ambos, búfalos y bisontes son parientes, de la misma familia, la bovidae, que incluye a más de 100 especies de mamíferos con pezuñas, entre los que están sus primos hermanos los antílopes, las gacelas, el ganado vacuno, las ovejas y las cabras.

Así que venimos a deducir que búfalos y bisontes, a la vista de los colonos americanos, eran la misma cosa pues se parecían muchísimo. Sin embargo, hay unas diferencias sustanciales entre ellos, que apreciaríamos inmediatamente si los tuviéramos juntos delante de nosotros.

El búfalo cafre es básicamente holgazán. Pasta por las praderas y sabanas africanas y sobre la cabeza lleva como un escudo del que le brotan los cuernos.

Pero para cuernos, los del búfalo indio. De tamaño descomunal, forman como una luna creciente sobre su cabeza y entre sus puntas puede haber una distancia de hasta 180 centímetros. Pero al contrario de otros cuernos, los del búfalo indio no son sólo para que se vean bien y clavarlos a quien le ataque, puesto que, como habita en los pantanos, los usa mucho más para recoger el lodo y echárselo a la espalda.

¿Y esto qué tiene que ver con este blog dedicado al protocolo, el saber ser y el saber estar?
Pues que si miramos a nuestro alrededor, todos, (y especialmente en algunos lugares de trabajo), nos encontramos con búfalos cafres que no pegan ni golpe y su escaqueo lo disfrazan de agotadoras sesiones de trabajo, que describen como polifuncionales, pues su entrega y dedicación les hace exultantemente responsables, pero que, a la hora de hacer las operaciones matemáticas que debieran demostrar tal capacidad sin límites, el resultado da =casi cero. Es decir, pastan sobre el trabajo y se esconden bajo su escudo protector sacando sólo los cuernos a quien ose hacerles interpelación o alegue no encontrarlos nunca donde dicen que anduvieron.

Los búfalos indios son también muy comunes. Tienen tanta capacidad de echarse lodo a la espalda sin inmutarse, que necesitan que sus cuernos estén muy separados para que les quepan los fardos entre ellos.

Y por supuesto, están las gacelas, esas que andan de puntillas sobre sus pezuñas y tienen una habilidad insultante para escabullirse de cualquier marrón con inusitada velocidad. De los antílopes, sólo diré que tienen los cuernos huecos…

Y nos queda el ganado vacuno, las ovejas y las cabras. No añadiré descripciones porque seguro que a usted le acaba de venir alguien a la cabeza…

Pues para lidiar con estos bovidaes, es necesaria una templanza, gallardía y paciencia extraordinarias. Los bovidaes sirven para educar nuestro carácter, hacernos hombres y mujeres, amaestrar nuestra ira y por eso, hemos de contemplarlos como seres necesarios para poder medir los límites entre lo positivo y lo negativo. Es decir, colaboran activamente en el entrenamiento del autocontrol, del saber ser y del saber estar.

Es importante que, si te los encuentras cara a cara, nunca bajes los ojos. Has de mirarlos fijamente a los suyos y cual Bush padre en campaña electoral, señalando tu boca con tu índice, dirás pausadamente, “read my lips: no more taxes”. O lo que es lo mismo en este caso y aplicado a la circunstancia, “lee mis labios: no me engañas”. 
 

sábado, 20 de noviembre de 2010

EL COMIENZO DE LA NAVIDAD.

Si consultamos el calendario, observamos que, sin fallar un año, la noche de Navidad tiene lugar dos o tres días después del solsticio de invierno, la noche más larga del año, que marca el instante en que la Tierra se encuentra en el punto más alejado del Sol. Es el primer día del invierno, momento en que el Sol entra en Capricornio en el zodíaco y que anuncia simbólicamente el renacimiento del día, la resurrección del Sol, ya que es a partir de dicho instante cuando los días se irán alargando y las noches se irán acortando, hasta el equinoccio de primavera, cuando la luz triunfa frente a las tinieblas y el día es más largo que la noche.

La fiesta de Navidad se empieza a celebrar a partir de la Edad Media, a causa de que los Papas católicos, con el fin de que los fieles prestasen menos atención a la fiesta pagana del solsticio de invierno, fijaron el 25 de diciembre como la fecha del Nacimiento de Jesús.

En España, la tradición nos dice que la Navidad comienza el día 22 de diciembre con el sorteo de la lotería de Navidad. Sin embargo, los intereses comerciales nos la adelantan bastantes semanas y a principios de noviembre ya encontramos los comercios repletos de ambiente navideño.

Objetivamente, la Navidad es una festividad religiosa, la conmemoración cristiana del Nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios. El término Navidad proviene del latín "Nativitas" y significa Nacimiento. Bajo esta perspectiva cristiana, la Navidad religiosa comenzaría el día 24 de diciembre con la celebración de la Nochebuena.

Los profanos, celebran la llegada del solsticio de invierno y el principio de un nuevo año, y lo sitúan alrededor del día 24 de diciembre.

Aunque haya diversas fechas para su comienzo, el final está claro. El día de Reyes, 6 de Enero, se acaba la Navidad.

La tradición popular del Belén o Nacimiento nació en la Nochebuena de 1223. San Francisco de Asís instaló un pesebre viviente en una cueva, con tanto éxito que la tradición se extendió por toda Italia y posteriormente a los países católicos del Mediterráneo. De ahí al Belén con figuras fue sólo un paso. En España el rey Carlos III fue quien impuso esta moda, fascinado por los nacimientos napolitanos.

Respecto al árbol, su origen nos lleva a 2.000 años atrás, cuando las tribus germanas celebraban el 24 de diciembre (el solsticio de invierno) alrededor del abeto. Iluminaban el árbol cumpliendo un rito ancestral que anuncia el fin de los días cortos y las noches largas. La primera constancia de esta costumbre aparece en el siglo XIV en Alsacia. Tres siglos después, la esposa de Jorge III lleva a Londres el primer árbol de Navidad. Desde entonces, Oslo envía puntualmente a sus vecinos un abeto gigante que es colocado en Trafalgar Square.

Durante el reinado de la Reina Victoria, ya en el siglo XIX, esta costumbre se popularizó definitivamente pasando rápidamente a EEUU. En nuestro país empezó a popularizarse en la década de los años 60, aunque no nos hemos decantado definitivamente. Usualmente, en nuestras casas comparten espacio el Belén y el árbol de Navidad.

Justo en el centro de las fiestas aparece la Nochevieja y el Año Nuevo, otro momento álgido dentro de las celebraciones, y que poco tiene que ver con las tradiciones religiosas.

IDEAS DECORATIVAS PARA LA NAVIDAD.


En este post, más que letras encontraréis imágenes que casi hablan por sí solas. Son ideas sencillas y baratas para tener un toque original en la decoración navideña o en la mesa de Navidad. Son cosas que he ido recopilando poco a poco por la red y que espero que os gusten.

Original mantel individual. El detalle consiste en escribir un mensaje personalizado para la persona destinada a ocupar este puesto en la mesa. Así le daremos un doble uso: por una parte, mantel plateado navideño, y por otro, señalizador de puesto. Lo podemos hacer con papel de regalo, al que si queremos dar más consistencia, lo pegaremos sobre cartulina.
Candelabro hecho con una copa grande de nuestra cristalería (o pequeñas, como prefiramos), que hemos adornado con abalorios. En el centro, pegada, una vela plateada.
Otro original candelabro. Son dos pequeñas copas, diferentes, pegadas por su base. Una lazada navideña y una vela en la superior, y tendremos los que queramos. Esas copas desparejadas volverán a tener uso.
Lazos y bolas en este adorno para la silla de la mesa de Nochebuena. Para que el lazo no se deslice con el peso de las bolas, éstas las pegaremos discretamente con celo por debajo del lazo.
Más sillas, en las que cambiamos las bolas navideñas por piñas y ramitas de pino.
Mesa en plata y blanco, con las sillas adornadas con un motivo navideño. Pueden ser todas iguales, o cada una diferente. Lo importante es que hagan juego con la decoración general de la mesa.
Servilletero con lazada y estrella, que nos hace el papel de señalizador de puesto.
Servilletero que consiste en un abalorio destinado en principio al árbol de Navidad. Aquí encuentra un nuevo uso, y los invitados se lo podrán llevar de recuerdo.
Otro servilletero, esta vez confeccionado con ramitas frescas de pino e incienso, sujetas con cordón al que hemos unido como remate una cereza de plástico.
En esta mesa vemos por un lado el adorno en la copa, que nos sirve para sujetar también la servilleta. Es un lacito de organdí en negro, del que cuelga un cristal. Sobre la mesa, haciendo el camino central, una pieza de espuma en negro, recortada formando cristales de nieve. 
Varias ideas interesantes. Como servilleteros, una sencilla puntilla del color que elijamos para la decoración de la mesa. Marcando los puestos de los invitados, unos angelitos recortados en cartulina, y de centro de mesa, unos palitos teñidos en dorado a los que hemos pegado unos abetos recortados de la misma cartulina que los angelitos. De bajoplatos, cartulina recortada formando ondas. El conjunto podemos ponerlo unicolor, bicolor...
Sencillo e inofensivo adorno para la mesa de los niños. Un pincho de madera rodeado de papel plegado formando un abeto, pinchado en una manzana. Bajo ella, una cinta de regalo con el nombre del niño.
En el mantel, una guirnalda pensada para el árbol y con un nuevo destino. De centros de mesa, grandes copas rellenas con bolas doradas.
Un mantel de un sólo uso, con las esquinas sujetas con acebos de plástico. De señalizadores de puesto se han colocado mini muebles de casita de muñecas.
Centros de mesa hechos con el mismo plato de la vajilla, en el que se han colocado poinsetias (flor de pascua) de plástico rodeando una vela.
Lazos de regalo atravesando la mesa y cayendo a los lados. Para que no se deslicen, las sujetamos por debajo del mantel con un pequeño imperdible. Alfileres no, porque pueden causar algún percance.
¿No es impresionante por la sencillez? Copas invertidas rellenas con acebo y velitas en su base.
Bajo plato de papel de seda recortado formando dibujo. Se pliega varias veces y se corta aleatoriamente con las tijeras, como hacíamos con los recortables... luego se despliegan y  se planchan. Podemos colocarlos de varios colores o iguales, haciendo juego con el resto de la decoración de la mesa.

Adornos plateados para el techo, cuando la mesa de Navidad nos deja poco espacio.

Más adornos para el techo, estos en colores. Se pueden sujetar del techo o bien de la lámpara.
Una rama seca pintada con spray plateado. Podemos hacerla del tamaño que queramos, y colocar varias por la casa. El soporte, una maceta rellena con esponja seca.


Más cosas sobre la Navidad:

PROTOCOLIZAR LA MESA EN OCASIONES ESPECIALES.


En las celebraciones especiales nos puede apetecer ordenar a los invitados en la mesa, como una manera más de destacar la ocasión. En la protocolización de asientos, se tienen en cuenta dos aspectos principales: la relevancia del invitado y la alternancia de sexos.

En el protocolo social, como es el que se aplica a las celebraciones familiares, podemos además tener en cuenta otros aspectos como la presencia de niños, de personas con intereses comunes, los que se llevan muy mal y conviene alejar uno de otro... en fin, cuestiones que hay que aplicar para que todos disfruten de la fiesta.

Os presento un ejemplo sencillo de protocolización de mesa, para una celebración con un número prudende te personas.

Supongamos que somos 10 personas. La mesa adecuada sería una rectangular (más común en las casas) que midiera unos 2,5 metros por sus lados más largos y 1,20 metros en las puntas, aproximadamente. Como las puntas serían más estrechas, pondríamos un niño con un mayor, para compensar “tamaños”. Por ejemplo, y tomando los parentescos respecto a la dueña de la casa (anfitriona):



Sentándose la anfitriona a una punta o la otra, teniendo en cuenta la que esté más cerca de la puerta, pues tendrá que levantarse muchas veces para servir y retirar la comida.

ORDEN DE SERVICIO DEL MENÚ.

El orden general de presentación de los platos es el siguiente:
  • En primer lugar se sirve el agua, para después poner el pan sobre la mesa, en los platos de pan o en paneras. 
  • Sopas, cremas, caldos o consomés. 
  • Si se prescinde de sopas o cremas se puede iniciar una comida con arroces, pastas, verduras, huevos, ensaladas, etc. 
  • Plato principal: pescado o carne. 
  • Siempre se sirve antes el pescado que la carne o aves. 
  • Postres por el orden siguiente:
o    Fruta fresca
o    Dulces, flanes o cremas
o    Helados o sorbetes
  • Café. 
  • Licores.

ELEGIR EL MENÚ.


En los grandes acontecimientos, conviene no preparar un plato que nunca hemos hecho, pues nos podemos llevar la desagradable sorpresa de que no salió como esperábamos o sencillamente no nos gusta el resultado. Sin embargo, en las ocasiones especiales nos gusta sorprender a los comensales con algo diferente a lo cotidiano. Por ello, es mejor preparar unos días antes el plato en familia, y comprobar el resultado. Eso nos servirá para ajustarlo a nuestro gusto, darle nuestro toque personal y comprobar que su sabor nos gusta. De este modo, tendremos tiempo de cambiar de opinión y preparar otras viandas si finalmente el plato elegido no es de nuestro agrado.

Elaboremos un menú que nos permita preparar la mayor parte el día anterior o por la mañana. Las ocasiones especiales debemos disfrutarlas con los invitados, no permaneciendo la mayor parte del tiempo en la cocina.

Amenizaremos la espera y llegada de todos los invitados, aprovechando al mismo tiempo para darnos el último tiempo para rematar temas culinarios en la cocina, ofreciendo un aperitivo sencillo como entretenimiento para todos. El aperitivo No deberá ser muy copioso. Algo que pueda ser cogido con la mano y que no requiera plato; entre las bebidas no serviremos nada de alta graduación. Mejor cerveza, vino y refrescos.

Es importante ver el menú en su conjunto, para no marear excesivamente el paladar con sabores muy contrastados. Por ejemplo, no convendría preparar un entrante a base de crustáceos de sabor potente (gambas plancha, pulpo a la gallega…) para continuar con un plato principal de carne con una salsa a base de manzanas o frutos secos, y terminar con un postre de chocolate. Si a esto añadimos la diversidad de bebidas (vino blanco para los entrantes de pescado, tinto para la carne y cava para el postre), sólo conseguiremos un sobre exceso de sabores que se superpondrán unos a otros impidiendo disfrutar del gusto auténtico de cada plato. Lo ideal es elegir sabores suaves para los entrantes, un sabor fuerte para el plato principal, y un sabor fresco para el postre, e intentar que la comida guarde una coherencia.

El postre es el colofón que cierra una buena comida. Si la comida ha sido densa, debemos elegir un postre ligero, y al revés. Elijamos también algo que no nos obligue a terminar su preparación en ese momento, para evitar permanecer mucho tiempo en la cocina y hacer esperar excesivamente a los comensales.

Algo importante si cocinamos con vino, es elegir uno bueno. No es coherente usar un vino de poca calidad en un guiso con ternera gallega o cerdo ibérico ni elegir una guarnición de buena calidad y usar un vino de tetrabrick para el mismo guiso. Del mismo modo, cuando los guisos precisen brandy o similares, los elegiremos de buena calidad.

Respecto a las reglas generales para los vinos, destacamos las más importantes:

  • No se puede servir un vino blanco después de un tinto. 
  • En general los vinos tintos se sirven a temperatura ambiente siempre que ésta no sea muy elevada.
  • La temperatura máxima es 18º, pero los jóvenes pueden estar entre los 10º y 14º, ya que no tienen crianza. 
  • Los blancos y rosados se sirven entre 7º y 10 º para poder apreciar los aromas y que esté fresco. 
  • Los espumosos se sirven entre 6º y 8º. 
  • Nunca se enfría la copa, para que no se rompa el rosario ni la corona ya que no se apreciaría el bouquet.
Hay una tendencia cada vez más extendida, de beber durante toda la comida un cava seco o semi seco. Si el menú no consiste en platos de carnes muy contundentes, es una opción novedosa y agradable, que merece la pena experimentar.

CÓMO ACERTAR CON LOS REGALOS.

La elección de un regalo exige tiempo y dedicación, que después se notará y será agradecido y que además puede resultar más barato que otro que se haya adquirido con mayor rapidez.

Es interesante plantearse al adquirir un regalo, si al destinatario le gustará, lo necesitará, y si podrá usarlo. Debemos evitar hacer regalos demasiado personales cuando no estamos seguros del gusto de la persona a quien va destinado. Por ejemplo, regalar un perfume es algo muy delicado, pues el mundo de los olores es diferente y único para cada persona. Salvo que conozcamos la marca que la persona usa, es mejor optar por otra cosa pues pondremos en un compromiso al regalado y seguramente el frasco irá al fondo de un armario o será re-regalado a su vez.

Un regalo nunca debe componerse de varios objetos que no tengan relación entre sí como si se pretendiera sumar la cantidad de dinero que hemos pretendido gastar.

La discreción a la hora de hacer un regalo es importante, ya que si se hace un regalo demasiado costoso a personas que tienen una economía pobre, es posible que se hiera su sensibilidad y se manifieste cierta superioridad sobre él.

Si se regala dinero, se reservará para circunstancias excepcionales y muy concretas. Los billetes deben de ser nuevos, no se sacarán nunca de la cartera en el momento de entregarlos, para que no parezca que se está entregando una limosna, sino en un sobre cerrado y acompañados de una nota.

El aguinaldo es una costumbre española que todavía hoy mantienen muchas familias y que se hace con los niños. La cantidad de dinero a entregar tiene que estar en consonancia con la relación que nos una al niño y su edad.

Y no olvidemos que en cuestión de regalar a los niños, hemos de ser prudentes y consultar con los padres si son aún pequeños.

Pero ¿y cuándo somos nosotros los que recibimos el regalo?

  • Si nos lo entregan en mano, debemos abrirlo en ese momento, delante de la persona que nos lo dio.
  • Lo abriremos con naturalidad, sin destrozar el papel con ansiedad pero tampoco con excesivo cuidado. 
  • Si nos regalan un perfume, lo abrimos y lo olemos. Si son bombones, los abrimos y se los ofrecemos a los invitados o a las personas que estén con nosotros, comenzando por quién nos los regaló. 
  • Cuando el regalo lo recibimos por correo o similar, debemos llamar lo antes posible a la persona que nos lo envió, para darle las gracias. 
  • Cuando seamos nosotros quienes enviemos un regalo por correo, lo haremos adjuntando una nota de saludo o similar.
 
Más cosas sobre la Navidad: